Terminamos la semana realizando una lectura comprensiva y sus correspondientes preguntas.
Y por último, realizamos un test de velocidad lectora. Leemos detenidamente las instrucciones y calculamos nuestra velocidad lectora. Cuando terminamos de leer la lectura, al final de la página nos aparecerá el tiempo de lectura y la velocidad (palabras leídas por minuto), anotamos los datos y los enviamos por e-mail a nuestra tutora.